Abalde falla sobre la bocina el tiro que hubiera forzado el quinto partido y que acaba con la temporada europea de los blancos
La fortuna sonríe a los valientes. Si algo ha demostrado el Madrid de baloncesto es que la fortuna ha estado de su lado. Pero justo en el cuarto partido no sucedió. Así como hace 2 años Llull anotó en Kaunas el tiro que todo jugador sueña, Abalde falló el tiro que hubiera forzado el quinto partido. El Real Madrid eliminado de la Final Four frente a un Olympiakos que demostró una mayor tenacidad, constancia y un mayor talento coral. En definitiva, que fue mejor equipo.
Los merengues se quedan por primera vez desde 2021 sin Final Four al caer por 84 a 86 frente un Olympiakos que lleva 4 apariciones consecutivas entre los 4 mejores. El actual líder de la Euroliga demostró su calidad controlando el partido, pero los blancos, con más corazón que cabeza, remontaron para llegar igualados al final. No rendirse nunca, lo llevan en la sangre.
Inicio arrollador ante un Olympiakos de menos a más
El comienzo del partido fue muy sólido por parte de los de Chus Mateo. A pesar de las bajas a última hora de Deck e Ibaka, los madridistas salieron sin ningún miedo a buscar el quinto partido. Crecían demostrando que la defensa es el mejor ataque (6 puntos al contraataque), con Hezonja (8 puntos) y Alberto Abalde (5 puntos, 4 rebotes) como líderes. El primer cuarto se resumió en la buena defensa blanca, que frenó a las estrellas griegas. Bruno Fernando respondió en el dia X a la hora Y. El angoleño fue más protagonista de lo esperado por las faltas de Tavares. Mientras Olympiakos buscaba a un Vezenkov desaparecido (0 puntos).
El segundo cuarto fue muy bronco. Las 3 técnicas (2 para el Madrid más una para los griegos) fueron el termómetro de la tensión que se vivía en el Movistar Arena. Aún así los blancos marcaron territorio gracias a Llull y Hugo González (11 puntos combinados) junto con Musa y Hezonja, que establecieron el 45-36 a falta de 2 minutos para el descanso. Antes del entretiempo el Olympiakos, sin ideas, se agarraba a lo que podía sacar con el silbato a favor. Tavares con 3 faltas y solo 9 minutos en la primera parte tuvo que ver desde el banquillo como los griegos anotaron 17 de 19 tiros libres. El Real Madrid lanzó 4. Así, la ventaja cuando ambos conjuntos se fueron a vestuarios se convirtió en mínima (47-42).
Por algo son el mejor equipo de Europa
A la vuelta del descanso se vio un Olympiakos mas reconocible. Los ajustes de Georgios Bartzokas surtieron efecto y permitieron abrir la pista y dejar solos a sus tiradores. El Madrid se quedó rápido con Tavares a una falta de la expulsión, mientras veía como su rival se ponía 7 puntos arriba.
Apareció Vezenkov, que a la que anotó el primer tiro hizo 10 puntos del tirón. Fournier hacía daño con sus tiros y sus penetraciones eran recompensadas con viajes a la línea (acabó lanzando 13 tiros libres). Esa tónica mantuvo a los griegos por delante de un Madrid dubitativo, falto de ritmo pero no de carácter. Llull, guerrero de 1000 batallas, encontró en Hezonja y «El Tigre» Feliz los compañeros que lideraron una reacción para llegar con opciones al último cuarto (65-68).
Con todo por decidir en el último periodo apareció Kostas Papanikolau. Otro que durante toda la serie estaba desaparecido. Nunca es tarde si la dicha es buena. Eso debió pensar el ex-barcelonista que anotó 3 triples seguidos para liderar un parcial de 2-14 que finalizó con un 67-82. 15 puntos de diferencia a falta de 3 minutos, una distancia que a muchos haría bajar los brazos. Al Real Madrid nunca.
Tirando de coraje metió el miedo en el cuerpo al teórico «mejor equipo de Europa». Orquestados por Campazzo y ejecutado por Llull y Hezonja, los blancos hicieron un parcial de 11-0 para disipar la renta griega a falta de 3 minutos y medio (78-82). La mayor intensidad en defensa, con presión a toda la pista, pusieron otra vez en la lupa a los árbitros, que pitaron la quinta de Tavares en ataque tras un choque con Vezenkov. Abalde lideraba y colocaba el 82-85 a falta de 1 minuto y 12 segundos.
«El Facu» fue a la línea de tiros libres para poner el 84-85 y de nuevo, Fournier volvió a acudir para sus 2 tiros. Solo anotó uno el ex-NBA. 84-86 con 12 segundos para fabricar el último tiro. Chus Mateo no pidió tiempo, dejó que las estrellas alineasen y se fabricasen el mejor tiro posible. Hezonja, la estrella, fue el encargado de buscar opciones, pero los «traps» y las ayudas le hicieron buscar el tirador abierto. El gallego Abalde acabó recibiendo y tirando un balón que el aro escupió. Hasta aquí la aventura europea del Real Madrid esta temporada. El Olympiakos, a por su primera Euroliga desde 2013 que, casualidad, le ganó a los blancos también.
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