Undécima victoria consecutiva del Real Madrid en Liga, invicto en casa. Hezonja y Abalde con 16 puntos lideran en el regreso de Deck y la tercera vuelta de Laso a la que fue su casa.
El Movistar Arena ahora mismo significa 2 cosas. Sinónimo de victoria blanca y derrota del visitante. Así de fuerte está en Real Madrid en su renombrada casa. La undécima victoria consecutiva en liga de los blancos fue una de las mas disputadas, especialmente por el rival. Enfrente tenía a un Baskonia que sigue recuperando sensaciones y escalando en la clasificación, aunque fuera de casa le está costando más. Con la derrota de hoy ya son 7 las fuera del Buesa Arena en la competición doméstica.
Chus Mateo pudo contar 3 meses después con Gabriel Deck. El alero argentino volvía a la pista como titular tras la lesión que sufrió el pasado 29 diciembre frente el Barcelona. Su vuelta fue testimonial, ya que duró 51 segundos, los suficientes para recibir el cariño de la hinchada que tanto extrañaba su vuelta.
Otra vez Musa
Está de dulce el alero bosnio, principal estandarte de un Madrid que empezó dominando por su despliegue tanto en ataque como en defensa (4 tapones en el primer cuarto). Arrancó con 3 triples consecutivos sin fallo y una bandeja para aportar 11 puntos de inicio. Así también acallaba las críticas y miedos de Chus Mateo, que incidía en los últimos partidos en el desacierto desde el tiro exterior.
Los de Pablo Laso contrarrestaron la magia de Dzanan con lanzamientos exteriores tanto de Markus Howard como de Tadas Sederskis. Sin Chima Moneke, que se cayó a última hora por molestias en la espalda, el lituano tuvo que tirar del carro por los vitorianos. Su trabajo mantuvieron a su equipo cerca de los blancos al final del primer cuarto (21-20).
El segundo periodo arrancó con dominio vasco. Parcial de 0-8 para Baskonia que obligó a Chus Mateo a pedir tiempo muerto con solo 1 minuto y 15 segundos transcurrido. El toque de atención a su equipo lideró la reacción blanca, con Campazzo y Hezonja (7 puntos seguidos) como catalizadores. Forzando pérdidas y contragolpeando, el Madrid le hizo un parcial de 13-1 a falta de 2 minutos a los de Laso.
Las numerosas pérdidas y el bajón defensivo hicieron que Baskonia se dejase remontar. Pero al final del descanso los vascos encontraron luz, con el triple de Kamar Baldwin y las 2 anotaciones seguidas de Khalifa Diop llegaron al descanso por delante (39-40).
Detalles y fallos definen el final
A la vuelta de vestuarios el partido se convirtió en una guerra. Baskonia continuó con los males endémicos del segundo cuarto, con numerosas pérdidas y mucho desacierto. Mientras el Madrid mantenía el nivel sin mucha brillantez pero con un Abalde estelar con 8 puntos consecutivos. Pablo Laso tuvo que parar el partido tras 6 minutos en los que Markus Howard había lanzado de forma muy precipitada e imprecisa y solo un triple en contraataque de Luwawu-Cabarrot contribuyó al marcador.
La bronca de Laso reagrupó a la tropa. Un parcial de 8-0 construido sobre un 2+1 de Donta Hall y un triple de Luwawu para colocar el 51-51 en el marcador. Ambos conjuntos comenzaban a fallar, pero la parroquia blanca pudo levantarse del asiento al final del periodo con un triple de Deck, al que tanto echaban de menos.
El último cuarto comenzó con otro tiro de 3, de nuevo de Luwawu, erigido como el líder del Baskonia. Ambos conjuntos se ajustaron al intercambio de golpes, con Baskonia abriendo la pista y Howard comenzando a anotar, con un triple seguido de 3 tiros libres. Mientras los merengues potenciados por Abalde y Hezonja (máximos anotadores con 16 puntos) junto con un gran Andrés Feliz (8 puntos en el último cuarto) seguían dando tirones para rematar el partido.
Llull remató la faena. Los 37 años no hacen que deje de aparecer cuando mas importa. 2 triples consecutivos obligaron a Laso, que lo conoce mejor que nadie al balear, a parar el partido furioso. El ex-entrenador blanco sabía mejor que nadie que el partido se había escapado por detalles, pero el Baskonia se debe quedar con lo competido. A pesar de que pierde más que gana, este es el camino a seguir. Mientras el Real Madrid parece haber cogido velocidad de crucero. Un equipo sólido atrás, que aprieta cuando es necesario y que también tiene a sus estrellas preparadas para decantar la balanza cuando es necesario. 11 victorias consecutivas e invictos en casa. Madera de campeón.
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