El Real Madrid vuelven a quedarse cortos en un partido importante y sucumben (2-0) en Anfield ante un Liverpool que apunta credenciales para ganar la “orejona”
Anfield y aun Liverpool que a día de hoy es para muchos el mejor equipo de Europa. Desafío para el Real Madrid. Tras la victoria el domingo en Leganés Ancelotti repitió planteamiento pero con la jerarquía de Modric y Mendy sustituyendo a Ceballos y Fran García. Enfrente unos “reds” que demostraron su filosofía desde el minuto 1. Presión alta y ataques rápidos, lo que se vió desde el inicio.
Lo que pide Ancelotti se queda corto ante la tormenta “red”
Ante el futbol anárquico y veloz de los “scousers” Ancelotti planteó lo que siempre pide en rueda de prensa. Un equipo sólido que atrás se sentía cómodo y posteriormente buscaba salir con rapidez aprovechando la calidad de Güler por la derecha, la explosividad de Brahim de enganche y la potencia de Mbappé.
En la realidad el Liverpool fue superior en el inicio, a pesar de no poder imponer su ritmo tuvo que aparecer Asencio, que crece en cada momento, para salvar un gol tras un disparo cruzado de Darwin. Además, el “35” no se escondió ante el uruguayo, que le buscó cara a cara e incluso llegaron a las manos, con amarilla para ambos.

Con la pizarra de Leganés los “merengues” se sentían cómodos atrás, pero en ataque faltaba claridad, y les seguían haciendo daño. En el minuto 22 Darwin finalizó en el área pequeña un barullo con un tiro al muñeco que Courtois rechazó. Los de Ancelotti solo crearon peligro a la contra, en el minuto 32, tras un córner donde Gravenberch la pierde por tener amarilla, Brahim monta el contragolpe y busca a Mbappé, que se encuentra con una espectacular barrida de un Bradley que levantaba a Anfield.

La máquina de Slot, cada vez más parecida a la de Klopp
El Liverpool tenía el balón y apretaba con ocasiones de Darwin a pase de McAllister y Luis Díaz de cabeza, pero le faltaba concretar. Con la presión alta que tantos frutos le daba cuando los entrenaba Klopp seguían haciendo peligro, con Curtis Jones llegando a línea de fondo y poniendo un centro raso para nadie y una combinación entre Luis Diaz y Robertson donde el escocés consigue sacar un centro raso que despeja Rüdiger.
Cuando los locales bajaron el ritmo el Real Madrid consiguió salir de la presión, con Güler y Brahim lanzando contraataques pero sin conseguir buscar a Mbappé, síntoma de un Madrid insípido con balón. Camavinga, otro de los destacados, lideraba la presión y robaba arriba aguantando al equipo, que no se movía con balón en campo contrario y tuvo su mejor ocasión antes del entretiempo en un balón desviado de Güler.
Tras el descanso, la prueba de la verdad
El Liverpool salió arriba. Salah pidió penalti tras un agarrón de Mendy y Courtois tuvo que aparecer para salvar un remate de cabeza de Bradley tras un buen centro de Mac Allister. De estos dos salió el primer gol en el minuto 52. Combinación entre Bradley y Mac Allister en la frontal que acaba con un disparo cruzado al palo largo imposible para Courtois. Golazo del argentino, segundo de la temporada.
Ahí comenzó el vendaval. Tras el saque de centro Luis Díaz desbordaba y Mac Allister volvía a tirar solo en la frontal del área. En esa jugada Camavinga cae tendido, quejándose del femoral. Otra baja. Ancelotti aprovechó para sacar también a Güler y meter a Lucas y Ceballos.
El sevillano fue importante en el minuto 59 cambiando el juego en la frontal tras un desborde por izquierda de Mbappé. Modric la dejó y apareció Lucas, que con un recorte hizo a Roberston entrar donde no debía. Penalti para el Madrid que Mbappé tiró a la derecha a media altura, fácil para Kelleher.
Tras el penalti, ya en el 68, el francés la volvía a perder ante el lateral norirlandés, que buscaba a un Luis Díaz que lanzó a Salah, que con su clásica diagonal le sacó el penalti a Mendy. El egipcio no pudo completar su gran jugada desde los 11 metros, y por querer pegarle fuerte raso al palo izquierdo, se le fue al palo y fuera, dándole un balón de oxígeno emocional al Madrid.
La puntilla y la falta de competitividad
Tras el penalti fallado por Salah el Real Madrid no pudo apretar arriba por el planteamiento, y quedó abogado a defender los ataques del Liverpool. Tras un córner en el minuto 76 Robertson la puso al punto de penalti y Gakpo de cabeza la puso al palo corto, imposible para Courtois. La puntilla que demostraba la falta de nivel de ambos conjuntos a día de hoy.
Mbappé y Bellingham, los fantasmas de Anfield
Esta noche en Anfield Road se vieron varios fantasmas que iban de blanco. Mbappé, que ahora ya juega en su posición, teóricamente, ideal, fue una sombra de lo que se espera de él. Tapado por un gran Conor Bradley, el francés no creó apenas peligro, no fue capaz de correr al espacio y solo tuvo un disparo en el minuto 84. Además tuvo la oportunidad de lavar su mal partido tirando el penalti provocado por Lucas, pero su disparo a la derecha a media altura, como mejor la quieren los porteros, fue parada por Kelleher.
Otro señalado aparte de Kylian es Bellingham. Fruto del planteamiento y la aparición de Brahim por el carril central, el inglés estuvo desdibujado y no pudo ayudar atrás, pero tampoco arriba. El equipo no le busca y el no aparece.
Los que sí aparecieron fueron otros. Asencio hizo un gran partido a pesar del resultado, Courtois salvó de nuevo 3 goles y Camavinga fue el que conectó a la defensa con lo poco que había en ataque, haciendo recuperaciones clave y apareciendo en todas las posiciones del campo. Pena su lesión, que vuelve a llenar la enfermería y deja a un equipo a día de hoy débil más débil aún.
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